Una perra mestiza y un Bichón Maltés.
Tratamiento del nerviosismo, ladridos excesivos y agresividad hacia otros perros.
Luna y Skipper son dos pequeños perros, macho y hembra, que viven juntos y que se contagian, mutuamente, tanto sus inseguridades y nervios como sus malas conductas. Su propietaria supo de nosotros a través de su establecimiento habitual, Manada Feliz, en Castellón, con los que estamos llevando a cabo una colaboración en un ciclo de iniciación al adiestramiento canino.
El principal problema que tienen es de un ladrido excesivo, casi por cualquier motivo. La proximidad de perros, de personas desconocidas, ruidos extraños… cualquier cosa incrementa su nivel de nervios, que acaba provocando un estallido sonoro y, en el caso de Skipper con algunos perros, actitudes hostiles.
Por ello comenzamos una serie de sesiones, al principio con cada uno por separado, para dotarles de un poco de autocontrol, que les lleve a generar confianza en sí mismos y en sus guías. Para ello empleamos la ayuda de una pequeña perrita, Ice, que tras haber relajado un poco tanto a Luna como a Skipper, pusimos en contacto directo.
El resultado fue fantástico: ni un ladrido, ni rechazo ni hostilidad. Continuamos trabajando en enseñar a su propietaria cómo ayudar a ambos perros a gestionar mejor sus nervios, cómo reducir sus ladridos sin incrementar su estrés y cómo prever los hechos indeseados antes de que ocurran.
Las sesiones de adiestramiento continúan en Castellón, pero los cambios en ambos perros son más que visibles.